¿FORAJIDOS O LUCHADORES POR LA LIBERTAD?

“La libertad es el don de la civilización, hecho posible por el vigor de la LEY.” [Documentos de Urantia 1490:04].

Ajustador del Pensamiento:“Querida hija, la cita anterior es concisa y va directo al grano. No hay libertad fuera de la LEY [la adhesión a las Leyes universales y cósmicas], pues la libertad desenfrenada no conduce a la libertad total –el bien mayor.

“Lucifer se rebeló en contra de las Leyes Divinas e hizo una campaña a favor de las libertades personales sin restricción. Esto dio lugar a un caos planetario y, al día de hoy, la humanidad todavía tiene que lidiar con las terribles consecuencias de tales flagrantes actos de insubordinación.

“No existe tal cosa como la libertad individual cuando se demanda sin considerar la libertad en general. Tal afirmación de libertad personal a expensas de los derechos a la libertad dados por Dios a los demás, muestra un gran egoísmo y convierte al individuo en un forajido cósmico, en lugar de un luchador cósmico por la libertad.

“La LEY es la adhesión a la Regla de Oro que enseña a la persona el respeto en todos los sentidos –hacia sí mismo y hacia los demás. Tiene incorporada su propia garantía.

“‘Trata a los demás como te gustaría ser tratado’, los exhorta a ir hacia vuestro interior para revisar vuestra actitud hacia ustedes mismos y hacia los demás. El respeto debe incluirlo todo, sin discriminación, hacia cualquiera de las criaturas de Dios.

“¿Cómo pueden respetarse a sí mismos si condonan libertades en forma desenfrenada y se dañan a sí mismos y a otros en el proceso? En todo lo que piensen, hablen y hagan, tomen en cuenta a los demás, pues viven en una comunidad –en un organismo mayor– cuyo bienestar se afecta por el mal funcionamiento de alguna de sus partes.

“A través de los siglos han surgido civilizaciones que pusieron en marcha leyes significativas con el fin de preservar el equilibrio de sus comunidades y proteger los derechos de sus ciudadanos. No porque puedan hacer algo, deben hacerlo. El amor implica autocontrol y la dedicación del propio ser individual a agendas mucho más grandes que las suyas.

“Las leyes existen para preservar la Paz. Eso se aplica tanto a las leyes internas como a las externas. Las leyes internas que deben acatar son las leyes reguladas por la Verdad, la Belleza y la Bondad, así como el Amor, la Compasión y la Empatía. Tienen el propósito de preservar vuestra integridad; están destinadas a asegurar que ustedes están progresando y en el camino correcto. Tienen el propósito de iluminarlos y armonizarlos.

“Para aquellos que ponderan estos criterios, es más fácil cumplir con las leyes de la sociedad, ya que han desarrollado la libertad interior, que se manifiesta por el Amor que brota de su corazón abierto.

“Siempre que tomen una decisión con ‘libre voluntad’, deténganse y reflexionen si realmente la toman ‘libremente’ o si se debe a un comportamiento adictivo para simplemente gratificarse ustedes mismos. Las decisiones basadas en la codicia, la lujuria, los celos o la adquisición de poder sobre los demás, no son un reflejo de la libertad interior.

“El rol de la sociedad es emitir leyes que estén en armonía con la Regla de Oro, para proteger a sus ciudadanos contra delincuentes sin escrúpulos. Así es como se muestra la verdadera libertad, permitiendo que la ciudadanía se exprese a través de la Verdad, la Belleza y la Bondad –el Amor– en lugar de permanecer como rehén de temores y ansiedades.

“¿Cuán verdaderamente libres son? Comiencen por examinar vuestra propia vida para que puedan detectar qué los frena en vuestro proceso de ascensión. No pueden ascender a los reinos superiores de experiencia si los ata el peso muerto de las intenciones equivocadas.”

Traducido por Perla Téllez Garza.