LA COMUNIÓN DE LAS ALMAS.

Ajustador del Pensamiento:“Hablemos acerca de la comunión. La comunión se define como la compartición o el intercambio de pensamientos y sentimientos íntimos, especialmente cuando el intercambio ocurre a nivel mental o espiritual.

“En Sus últimos días sobre vuestro planeta, en lo que ustedes conocen como ‘la última cena’, Jesús inició el Sacramento de la Comunión como su legado personal: ‘Hagan esto en Mi memoria’. Ciertamente, este es un rito de recuerdo. La naturaleza humana es muy rápida para olvidar y necesita ayuda visual o mental para recordar lo verdaderamente importante. El pan y el vino compartidos en la última cena se convirtieron en símbolos de la conexión viviente que Jesús quería mantener con la humanidad.

“Sin embargo, una genuina comunión no solo es compartir una comida. Es mucho más que eso, pues debe ocurrir en todos los niveles de vuestro ser. Jesús señaló el hecho de que Él siempre estaba disponible para Sus hijos planetarios. A veces, un ritual externo abre la puerta a mucho más si este se realiza con un corazón sincero. Es la sinceridad del corazón –más que el ritual–, lo que produce ese anhelado momento de comunión íntima donde no hay palabras que decir, sino una comunión de almas.

“Jesús no solo quería que lo recordaran a Él y Su amoroso legado, sino también quería que compartieran el pan con él y con vuestros hermanos –en Su Nombre y en Su Memoria. Invitó a todos a sentarse a Su mesa. Sin embargo, como se muestra en una de sus parábolas, los invitados iniciales se excusaron y el amo de la casa dio sus asientos a los mendigos y a los pobres.

“Queridos, aprendan a comunicarse unos con otros al nivel del alma. Estén allí el uno para el otro. Compártanse a sí mismos, tal como lo hizo Jesús –libremente y sin esperar nada a cambio. La comunión de almas tiene un enorme impacto sinérgico, pues es un lugar donde el Espíritu se une. Cada vez que se expresa bondad, compasión y empatía, se desmoronan las paredes erigidas alrededor del corazón. Está en vuestro poder convertirse en semejantes trabajadores que contribuyan al embellecimiento de vuestro mundo. Mientras vivan en el Amor y en la Luz, ciertamente están recordando al Maestro y Su estilo de vida. Pueden estar seguros de que actúan en Su Nombre y que, así como Sus acciones se convirtieron en Su legado eterno, también lo será el vuestro, pues el Amor nunca pierde su valor.”

Traducido por Perla Téllez Garza.