ACERCA DE LAS ESCENAS DE NATIVIDAD
“No podéis percibir la verdad espiritual hasta tanto no la experimentéis con los sentimientos, y muchas verdades no son realmente sentidas excepto en las adversidades.” [UB 557.2]
Ajustador del Pensamiento: “Varias cosas llamaron tu atención mientras leías la cita anterior. Para ser ‘percibida’, una verdad espiritual debe ser ‘experimentada con los sentimientos’ y la adversidad actúa como un catalizador de estos ‘sentimientos’.
“Profundicemos en este tópico. Primero que todo, tus sentimientos son esos anuncios que indican ‘esto se siente bien’ o ‘esto se siente mal’ a tus pensamientos. Así como los sistemas de alta o baja presión determinan el clima, los pensamientos generan emociones afines.
“Para ser integrada, la verdad espiritual debe sentirse en lo más profundo de tu ser a través de la experiencia personal. Una situación vivida enseña mucho más que una situación solamente imaginada, pues se necesitan las acciones para manifestar nuevas realidades. Además, una señal de la Verdad espiritual es que puede aplicarse mediante la acción y es también sostenible.
“Considera tu vida en el pasado para determinar esos momentos experienciales en los que comprendiste verdades espirituales. Notarás que estas epifanías llegaron a tu mente en los terrenos de prueba de la adversidad, pues fueron cruciales para tu evolución espiritual progresiva. No hay mejor lugar para detectar la luz que el fondo de un abismo.
“Cuando la oscuridad te rodea, tú haces un esfuerzo para detectar el más mínimo destello de luz. Al entrar en tu campo visual, la percibes como una ‘luz salvadora’ que te libera de la claustrofobia causada por la oscuridad y del sentimiento de total abandono.
“En medio de la adversidad, busca la luz guiadora spiritual que sin duda te guiará. Utilízala como una antorcha espiritual para disolver todo lo que no es espíritu. Mirando hacia atrás, tus más grandes desafíos serán las ‘escenas de natividad’ de los descubrimientos espirituales que necesitabas para trascender tus imperfecciones y ascender hacia tu ser más elevado y sabio.”
Traducido por Nelson Navas.
