“EL ÚNICO SACRIFICIO AGRADABLE.”
“Jesús enseñaba que la conquista era fruto del sacrificio, el sacrificio del orgullo y del egoísmo. Al ejercer la misericordia intentó ilustrar la liberación espiritual de todos los afanes, los rencores, la ira, y el deseo egoísta de poderío y venganza.” [LU. 141:3.8]
Ajustador del Pensamiento: “La declaración anterior sobre los nobles caminos de Jesús es innovadora – espiritualmente hablando. Muchos cristianos malinterpretan la idea de Jesús sobre la noción de sacrificio. Ciertamente, lo que Él más desaprobó fue el derramamiento de sangre de animales de sacrificio. A partir de eso, pueden intuir que el derramamiento de sangre humana era mucho más repulsivo para su alma sensible.
“El Padre aborrece la crueldad, en todas sus maneras y formas. Las únicas ofrendas que Él alienta a que pongas en Su altar, consisten en tus propensiones negativas – las malezas invasivas que amenazan con abortar tu magnífica emergencia espiritual.
“El orgullo y el egoísmo son dos impedimentos egocéntricos dañinos. Ellos cercenan los lazos sociales y generan rencores manifiestos, agravios, ira, y ansias de venganza por parte de aquellos, a quienes tal comportamiento ofenden, haciéndolos sentir insignificantes.
“Jesús fue el epitome de la humildad espiritual y la abnegación, nunca hipócrita. Él tomó todas sus decisiones desde esa perspectiva, ganando así respeto y admiración de sus compañeros, a quienes Él demostró un atajo hacia la iluminación espiritual.
“A medida que cultivas y acondicionas el suelo de tu alma, para prepararla para una cosecha abundante de los frutos del espíritu, recuerda que el primer paso es superar la molestia del orgullo impropio, e ir más allá de las restricciones auto impuestas por el propio interés.
“Pídeme que te haga consciente de estas tendencias perjudiciales a medida que surgen, de modo que puedas ponerlas de rodillas, e inaugurar tu era de luz y vida, donde prosperarás en humilde servicio. Es el elemento crítico para tu renacimiento. Tómalo en serio, y te alejarás del drama que drena la energía. El Reino recluta aristocracia espiritual: muy lejos de los reyes y reinas del drama, que sólo provocan conflictos sin sentido.”
Traducido por Silvia Adriana Cohane.