ACERCA DE LAS EMOCIONES DAÑINAS

Maestro:“Querido hijo, hagamos una sesión práctica este día. Permite que tus dedos vuelen sobre el teclado y desengancha tu mente del flujo de palabras que ahora comienzan a arribar. Esta es la mejor manera para hacerte llegar nuestras enseñanzas sin tu propia interferencia.

“¿De qué deberíamos hablar hoy? Estás preocupado por una amiga que se encuentra en un estado de resistencia y sientes que eso le impide encontrar la felicidad. Eso es verdad. No pueden sentir felicidad cuando están atascados en emociones y vibraciones más bajas que los arrastran hacia abajo. Son como esas botas de plomo que usan los buzos de aguas profundas para poder caminar en el fondo del mar. Les impiden salir de nuevo a la superficie.

“La ira es una emoción de separación. El resentimiento es un veneno para el alma. Son elementos extraños que no estaban destinados a habitar en el corazón humano. Se fermentan y supuran, y generan una creciente sensación de intranquilidad –especialmente si constantemente se recargan y llenan hasta el tope.

“Estas emociones los mantienen en un estado mental de víctima y les impiden escapar de su control. Definitivamente se requiere un acto de voluntad para comenzar a distanciarse de su poderoso agarre. El mejor punto de partida en este proceso es declarar vuestra sincera intención de purgarlas fuera de vuestro sistema.

“La mejor estrategia es acudir al Silencio para prepararse uno mismo para semejante batalla emocional de voluntades –vuestra voluntad contra la voluntad de esas desagradables emociones que se esfuerzan por mantenerlos esclavizados en su nefasto poder. Ese es el momento para pedirle al Divino y a Sus Ayudantes que los asistan en esta tarea que podría parecer monumental en ese punto. Ciertamente es difícil sacarse a uno mismo fuera de las arenas movedizas de tales emociones inferiores.

“Una vez que cuentan con la asistencia de las poderosas fuerzas espirituales, ya no están solos en vuestra batalla. Estaban solos cuando se resistían a ese proceso de sanación. Tal proceso es un proceso de salvación, la salvación de vuestro yo inferior que no tiene en consideración vuestro mayor bienestar.

“¡Que aquellos que están sufriendo emocionalmente se den cuenta de que existe una forma de salir de esa trampa emocional! El perdón es la llave para ese portal: perdonarse uno mismo y perdonar a los demás. Una vez que perdonan, ya no queda espacio para el resentimiento. Es cuando la paz que sobrepasa todo entendimiento puede adentrarse en vuestro ser. Entonces se encuentran en un estado mental que los motiva a tomar decisiones saludables, pues ya no se basan en temores, ansiedades o rencores retenidos. ¿No les gustaría degustar esa magnífica paz? Vean lo que sucede en vuestra vida una vez que hayan declarado la intención de salir de vuestra miseria emocional, y degustar los bellos frutos del Espíritu que indefectiblemente sustituirán los vacíos creados por la partida de las emociones dañinas.”

Traducido por Perla Téllez Garza.