“¡HABRÁS RECORRIDO UN LARGO CAMINO, BEBÉ!”
“Si tan sólo aprendéis a amar a los que os aman, estaréis destinados a vivir una vida limitada y mezquina. Por cierto, el amor humano puede ser recíproco, pero el amor divino, en toda su busca de la satisfacción, se dirige hacia afuera. […] El amor no es jamás egoísta, y no puede ser autorregalado. El amor divino no puede ser autocontenido; debe ser donado generosamente.” [LU, 156:5.11]
Ajustador de Pensamiento: “Para la humanidad, la naturaleza del amor es un enigma que se soluciona en pequeños incrementos. Debido a que los bebés y los infantes co-dependen de sus cuidadores para su sustento, su contacto inicial con la substancia del amor ocurre en su extremo receptor. A medida que crecen en individualidad emocional, progresan hacia el otro extremo del espectro del amor.
Así como hay individuos de mente abierta y mente cerrada, hay dadores de corazón abierto y tomadores de corazón pequeño. La categoría de corazón tierno contribuye al bien colectivo, mientras que la categoría de duros d corazón opera en una base del yo-primero o que-hay-para-mí. En la posición de la mitad están aquellos que invierten sus escasos fondos de amor en un fácil-de-amar, descuidando los duros-de-amar cuyo comportamiento desafiante resulta ser un urgente llamado de amor y atención compasiva.
Debido a vuestra naturaleza evolutiva, la vida os presentará varias facetas del amor. Los cambios hormonales en la vida adulta desencadenan un nuevo rango de impulsos de amor. La paternidad o maternidad es otro rito de iniciación en la expansión del corazón, ya que fomenta el desarrollo de los atributos divinos de la paciencia y la tolerancia.
Tomad vuestros encuentros con otras personas como oportunidades de expandir tu capacidad de amor. Cavad para encontrar el oro en ellos, en vez de ser disuadidos por la suciedad superficial.
En un divino salto de fe, el Padre se fragmenta así mismo para habitar cada uno de vosotros. ¿No debería convencer esto más allá de cualquier duda razonable que son dignos-de-amor? Pedidle que haga brillar Su foco poderoso en su belleza interior. Haciendo así, Le conoceréis mejor y mejor, a medida que cada brillante faceta de su personalidad es un reflejo de su naturaleza sublime.
En vuestra búsqueda eterna de semejanza a Dios, a medida que os movéis a otros reinos de exploración interna y externa, alcanzaréis el punto donde vuestro amor será extrovertido en toda su búsqueda satisfactoria. ¡Habréis recorrido un largo camino largo, bebé!”
Traducido por Oscar Escobar.