“EL FERVOR DE LA FE.”
“La fe no encadena la imaginación creadora, tampoco mantiene un prejuicio irrazonable hacia los descubrimientos de la investigación científica. La fe vitaliza la religión y obliga al religionista a vivir heroicamente de acuerdo con la regla de oro. El fervor de la fe está de acuerdo con el conocimiento, y sus impulsos son el preludio a la paz sublime. [LU, 101 :8.4]
Ajustador de Pensamiento: “Los seres humanos son seres tridimensionales de carne y hueso, mente y espíritu. Su primera tarea posnatal es orientarse a través de sus percepciones sensoriales para establecer el terreno y familiarizarse con las muchas funciones de su vehículo carnal.
Combinado con la intuición, el impulso interno de la fe te impulsa hacia adentro y hacia Dios. Jesús mismo tuvo que 'ir por fe' después de recibir las órdenes de marcha de su Piloto interior. Nunca saltó a la acción sin obtener la luz verde de la aprobación divina, invirtiendo así adecuadamente su fe. Aprovechando el poder de su imaginación creativa, ideó formas inteligentes de ser un maestro espiritual inspirador. Sus coloridas parábolas proporcionaron imágenes identificables para las almas humanas miopes, arrojando así luz sobre el arte de vivir correctamente.
Creer que la fe y la ciencia son incompatibles es ilógico. La fe te enciende, infundiéndote la bravuconería para dar el primer paso en la oscuridad hacia nuevos horizontes de mayor comprensión. De igual forma, la investigación científica produce avances intelectuales beneficiosos para la evolución planetaria. Al final, los puntos entre reinos se conectarán y la humanidad prosperará como una colectividad de personalidades bien equilibradas e informadas. Su estatus de fe de Agodonteros (aquellos que creen sin ver) se convertirá en una cosa del pasado, como sucedió con Jesús, quien se convirtió en el puente viviente entre la fe y el conocimiento espiritual experiencial.”
Traducido por Oscar Escobar.