“LA ÚNICA REPRESALIA TOLERADA.”
Ajustador del Pensamiento: “El orgullo, la decepción, la incomprensión, y el resentimiento mezquino, formaron la acumulación tóxica que alejó a la familia de Jesús de él, causándole un gran dolor.
Las almas tiernas que dispensan amor de alto octanaje se ven perturbadas por la falta de reciprocidad que soportan por parte de aquellos que albergan resentimientos.
Lamentablemente, la hostilidad que ellos exudan les roba el gran consuelo provisto por las asociaciones humanas amorosas – un precio muy alto en un mundo hambriento de amor.
Debido a la naturaleza eterna del amor, surge un sentimiento de pérdida cuando se rompen los lazos relacionales. La mentalidad de ‘conseguir desquitarse’ impulsa a la parte ‘ofendida’ a tomar represalias de la misma manera, lo cual aumenta la ofensa.
El perdón es la única forma de represalia tolerada por Jesús. Él comprendió que, en muchos casos, el infligir daño se originaba en la ignorancia espiritual. En Su representación gratuita, con frecuencia alegó esta circunstancia como atenuante.
Muchos se precipitan y aprietan prematuramente el gatillo, en lo que pretenden ser actos justificados de defensa propia. Lamentablemente, empeoran las cosas al considerarse incorrectamente como el objetivo intencional de las balas perdidas – lo que se supone una gran incoherencia. Les iría mucho mejor si respondieran a estas crisis humanitarias desde la perspectiva iluminada de Jesús. El amor tiene significativos poderes sanadores cuando su suave toque toma desprevenido al que odia.
Al condenar al ostracismo a quienes inadvertidamente hieren tus sentimientos, estás despojando a tu realidad de su tonalidad única, haciéndola más sombría.
“Echas de menos a una persona, y tu mundo se siente vacío”, dijo elocuentemente el poeta Francés Alphonse de Lamartine en su hermoso poema “Aislamiento”. La misión vital de Jesús consistió en reagrupar su rebaño disperso. Nunca le dijo a nadie que se perdiera.”
Traducido por Silvia Adriana Cohane.