“LA BENEVOLENTE SINERGIA DE LA PLEGARIA, ADORACIÓN Y SERVICIO SUPERIOR.”

“La adoración tiene la intención de anticipar la mejor vida que se avecina, y luego reflejar estos nuevos significados espirituales, de nuevo en la vida que es ahora. La plegaria es espiritualmente sustentadora, pero la adoración es divinamente creativa.” [LU, 143:7.5]

Ajustador del Pensamiento: “Jesús estableció bases duraderas para el Reino de los Cielos en la Tierra. Él entendió que solo podría emerger a través de los poderes visionarios de los corazones abiertos — el corazón humano conectándose a la Primera Fuente y Centro, para ser infundido y acelerado por el sublimemente motivacional flujo de amor.

Los actos de oración y devoción han sido considerados erróneamente sinónimos, a pesar de que Jesús los diferenció inequívocamente durante la conferencia vespertina que celebró en el Monte Gerizim. “La oración es un auto recordatorio — pensamiento sublime; la alabanza es olvidarse de sí mismo —pensamiento superior. La adoración es atención sin esfuerzo, descanso del alma verdadero e ideal; una forma de esfuerzo espiritual reparador.” [LU, 143:7.7]

Como pueden inferir de esta declaración, los dividendos de una actitud de adoración se suman inmensamente a aquellos producidos por las oraciones sinceras. Ambos se originan en tu núcleo emocional. Las oraciones interceden por el bienestar tuyo o de los demás — pidiendo que se satisfagan las necesidades básicas-. “La devoción es la técnica de mirar al Único en busca de inspiración para servir a los demás. La adoración es el criterio que mide el grado de desapego del alma del universo material, y su simultáneo y seguro apego a las realidades espirituales de toda la creación.” [LU 143:7.6]

Jesús SABÍA esto por experiencia personal. Su vida fue una de oración, adoración y servicio superior. Así es que, como ser humano de pleno derecho, Se graduó en la misma divinidad a la que aspiran todas las almas despiertas. Él no se jactaba cuando afirmaba ser ‘el camino’. ¿Qué esperas para seguir Sus decididos pasos?”

Traducido por Silvia Adriana Cohane.