ACERCA DE LA ANIMACIÓN Y LA REANIMACIÓN.
Animus (Palabra en Latín): El alma racional; la vida; los poderes mentales, inteligencia; principio vital.
Ajustador del Pensamiento: “Vuestro planeta es un ‘vivero de almas’. En cada ser humano de mente normal el Padre planta una semilla espiritual de tremendos potenciales, distinguiéndolos así del reino animal.
“Sin embargo, esta semilla del alma tiene que ser cuidada para que germine y alcance su plena floración. Hay algunos prerrequisitos esenciales para un proceso exitoso de maduración del alma.
“El primero es la calidad del suelo natal. El segundo es un clima adecuado. El tercero es un monitoreo atento. Como Jesús explicó en una de Sus parábolas, algunas semillas caen en terrenos rocosos, que hacen imposible para ellos desarrollar un sistema de raíces. Por lo tanto, lo que se necesita es: o remover cuidadosamente las piedras que hacen ‘incultivable’ el terreno, o tener la esperanza de que los vientos o criaturas aladas transporten las semillas y las muevan a suelos más fértiles.
“Una semilla permanecerá para siempre como semilla si es mantenida cautiva en la oscura bóveda de la tierra helada. Hibernará hasta que cálidos rayos de sol descongelen el suelo, liberándolas de su estado comatoso. Las influencias benevolentes que contribuyen al descongelamiento de vuestras almas y su ‘animación’ son la sustancia de la Luz y la Vida y los agentes fertilizantes de la Verdad, la Belleza y la Bondad.
“La Verdad actúa como la luz creciente de vuestras almas, impulsando su metamorfosis en una plántula próspera y manteniéndola en evolución de acuerdo con su matriz de perfección.
“No descuiden el exponer vuestra alma a la Luz de la Verdad que anhela. Es lo que hace que crezca más llena y con más peso: cada vez más bella y colmada. Ustedes son los paisajistas de la Tierra Santa de vuestra alma. También, a través de compartir sus ‘consejos de jardinería’, ustedes pueden ayudar a remediar el crecimiento atrofiado de otros que florecen tardíamente.”
Traducido por Silvia Adriana Cohane.