LA TRANQUILIDAD GENERA CLARIDAD MENTAL
Ajustador de Pensamiento: “Cuando vuestra mente está despejada, las cosas suceden rápida y naturalmente. La nebulosidad de la confusión y el nerviosismo que esta genera en vuestro interior son levantadas, presentándoles un panorama mental más apropiado para impulsarlos hacia la toma de decisiones apropiadas. La claridad mental es crucial para una vida significativa, pues les permite tomar decisiones basadas en datos confiables ¿Cómo más pueden descifrar lo que vale la pena perseguir?”
“Si están lidiando con la indecisión, tómense un momento para aclarar vuestra mente. Inhalen y exhalen profundamente para circular meticulosamente vuestra fuerza vital y oxigenar todas las células, fibras, moléculas y capas de vuestro complejo ser. Esto les suministrará un reinicio mental instantáneo.”
“Al purgar vuestro pensamiento de sus preocupaciones obsesivo compulsivas, están liberando espacio mental precioso, haciendo lugar para la recepción y asimilación de nuevos entendimientos. Una vez descargados, estos sonarán vuestras campanas de verdad y los suministrarán con información instrumental para adelantar vuestra evolución.”
“Las decisiones son importantes, pues siempre traen consecuencias. Si se toman precipitadamente y bajo presión coercitiva, existe la posibilidad que lleguen a arrepentirse de estas por la falta de previsión. La tranquilidad genera claridad mental como un día sin viento aquieta la superficie del lago haciéndolo transparente.”
“Al proteger vuestro pensamiento despejado, seréis testigos de cómo rápidamente vuestras condiciones de vida mejorarán. La manifestación de vuestra realidad comienza desde lo más profundo de vosotros. Vuestra mente imaginativa escribe el guion el cual es promulgado por vuestra forma material. Vosotros manifestáis una realidad que tiene un efecto boomerang en vuestro mundo interior pues cada plano existencial es parte de un vasto sistema circulatorio, el Mundo del Padre. Asegúrense que vuestras iniciativas sean agradables al ojo y alma.”
Traducido por Oscar Escobar.