LOS FRUTOS DEL ESPIRITU
Ajustador del Pensamiento:“Querida hija, ¿te gustaría que hable más acerca de los frutos del Espíritu? De hecho este es un tema de muy importante comprensión, frecuentemente mal entendido. Los frutos del Espíritu comienzan a desarrollarse cuando el individuo ha nacido al Espíritu y es conocedor de Dios. Este hecho a su vez apunta al hecho de que para las personas que aún no se encuentran en la puerta de inicio de su viaje espiritual, el fruto del espíritu puede ser un cultivo muy diferente –un cultivo modificado genéticamente.
“Con una equivocada orientación y nutrición espiritual, el resultado espiritual es muy diferente y manifiesta frutos que no son sanos. Una vida basada en mentiras no puede producir frutos perfectos, pues el suelo de donde obtuvieron sus nutrientes estaba contaminado.
“Los frutos del espíritu divino son de óptima calidad: servicio amante, y no solo servicio; devoción altruista en lugar de devoción; lealtad valiente y más. Su esencia pura tiene que reflejarse en su manifestación. No pueden ser falsificados durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, tienen que ser modelados conscientemente para que lleguen a ser con el tiempo. Luchar por obtener estos frutos significa que tienen que aplicarse en la práctica de tan anheladas cualidades.
“Con el tiempo vuestro corazón estará íntegramente dedicado a vuestros esfuerzos, y aquí es cuando estos magníficos frutos verdaderamente serán concebidos dentro de vuestro ser. Conciban con amor y nutran con Amor, pues el Amor también es el óptimo motivador para mantener el impulso. Si aman al Padre con todo vuestro corazón, será un honor para ustedes ser empleados como una incubadora de esos valores espirituales más elevados. Así es como se hacen perfectos, tal como el Padre en el Cielo es perfecto, pues en Él se encarnan todas las cualidades más puras –el ADN de cada fruto del Espíritu.
“Estos frutos también tienen el propósito de nutrirlos, pues su esencia es la más alta nutrición espiritual. Son las vitaminas de vuestro espíritu. De ustedes depende asegurarse de que estos nutrientes estén en su forma no adulterada para que verdaderamente puedan transformarlos, a ustedes y a los demás, en seres espirituales más saludables.
“Vuestro Maestro Jesús reveló uno por uno esos frutos del Espíritu en Su vida. Se ha hecho; Él creó un precedente que Sus discípulos pueden seguir. Un fruto sano es testigo de la luz del sol que lo bañó y motivó para llegar a su madurez.
“Vuestra conexión con la Luz del Padre es vuestra exposición al sol. Enfóquense en mantener esta conexión a través de vuestros días, e indefectiblemente los frutos madurarán dentro de ustedes, pues el Padre es el Jardinero y Él arará y fertilizará vuestro suelo, plantará Sus semillas y atenderá Su jardín en todas las estaciones de vuestra vida. Él es el único que conoce el tiempo de cosecha de cada uno de Sus cultivos.”
Traducido por Perla Téllez Garza.