LOS PILARES DE LA VIDA
“Al universo no se le da cuerda como un reloj que anda por tiempo determinado y luego cesa de funcionar; todas las cosas están siendo constantemente renovadas. El Padre incesantemente derrama energía, luz y vida.” [Libro de Urantia 4:1.6]
Ajustador de Pensamiento: “El Padre no es un dador tacaño. Sus bendiciones son eternamente sostenibles, incluso cuando las apariencias parecen mostrar lo contrario. Si, las energías, la luz y vida que impulsan cada vida son inagotables, pues SON lo que ES, la misma naturaleza del Creador.
Cuando un capullo asciende a convertirse en una mariposa, es la misma fuerza de vida que causa que sus alas se desplieguen y la urge a tomar su primer vuelo. Cuando tu cuerpo físico ya no sea apto para interactuar con sus habitáculos materiales vivientes, tu ser se transfiere a un reino de experiencia más etéreo, otros planos interactivos para tu alma evolucionaria.
Lo que importa es como inviertes tu fuerza vital. El triple criterio divino para la creación y procreación son confiables por siempre en su inmutabilidad: ¿Es bueno? ¿Es verdadero? ¿Es bello? Tal es el control eficiente de calidad que lo Divino abraza de todo corazón mientras te da rienda suelta en como gastas tu cuota de energía renovable.
Los seres humanos permanecen fuertes en cuerpo, mente y alma ingiriendo porciones de "pan de cada día" para alimentar los tres planos operativos de su ser. Tu cuerpo se marchitaría rápidamente si se le privara de los descansos regenerativos del sueño y de la ingesta de los nutrientes esenciales que le permiten ser útil. Además, tu mente necesita ser "inteligentemente" alimentada con maná de lo alto que estimula la reflexión y sostiene el alma, y como no es conocido para muchos pensadores superficiales, el propósito de tu encarnación material es fomentar el surgimiento de su alma eterna.
Al vivir conscientemente, atenderás estos pilares en tu vida. Tu búsqueda de la verdad, belleza y bondad te encamina hacia tu destino eterno. Celebra este trío benévolo que te apoya para tu mayor bien y deja en el camino todo lo que carece de fuerza motriz, iluminación de la verdad y expectativas de vida eterna.”
Traducido por Oscar Escobar.